3. Si alguno enseña otra cosa, y no se conforma a las sanas palabras de nuestro Señor Jesucristo, y a la doctrina que es conforme a la piedad,
4. está envanecido, nada sabe y está obsesionado con altercados y contiendas de palabras, de las cuales nacen envidias, pleitos, maledicencias, sospechas malvadas,
5. riñas constantes de hombres corruptos de entendimiento y privados de la verdad, que consideran la piedad como fuente de ganancia; apártate de los tales.
6. Pero gran ganancia es la piedad acompañada de contentamiento.