8. Y al postrero de todos, como a uno nacido fuera de tiempo, se me apareció a mí.
9. Porque yo soy el más insignificante de los apóstoles, y no soy digno de ser llamado apóstol, porque perseguí a la iglesia de Dios.
10. Pero por la gracia de Dios soy lo que soy; y su gracia no ha sido en vano para conmigo; antes bien, he trabajado más que todos ellos; aunque no yo, sino la gracia de Dios que está conmigo.
11. Porque, sea yo o sean ellos, así predicamos, y así habéis creído.
12. Y si se predica que Cristo resucitó de los muertos, ¿cómo dicen algunos entre vosotros que no hay resurrección de los muertos?