1. A ti, Señor, elevo mi clamordesde las profundidades del abismo.
2. Escucha, Señor, mi voz.Estén atentos tus oídos a mi voz suplicante.
3. Si tú, Señor, tomaras en cuenta los pecados,¿quién, Señor, sería declarado inocente?
4. Pero en ti se halla perdón,y por eso debes ser temido.