Mateo 27:5-22 Nueva Versión Internacional (NVI)

5. Entonces Judas arrojó el dinero en el santuario y salió de allí. Luego fue y se ahorcó.

6. Los jefes de los sacerdotes recogieron las monedas y dijeron: «La ley no permite echar esto al tesoro, porque es precio de sangre.»

7. Así que resolvieron comprar con ese dinero un terreno conocido como Campo del Alfarero, para sepultar allí a los extranjeros.

8. Por eso se le ha llamado Campo de Sangre hasta el día de hoy.

9. Así se cumplió lo dicho por el profeta Jeremías: «Tomaron las treinta monedas de plata, el precio que el pueblo de Israel le había fijado,

10. y con ellas compraron el campo del alfarero, como me ordenó el Señor.»

11. Mientras tanto, Jesús compareció ante el gobernador, y éste le preguntó:—¿Eres tú el rey de los judíos?—Tú lo dices —respondió Jesús.

12. Al ser acusado por los jefes de los sacerdotes y por los ancianos, Jesús no contestó nada.

13. —¿No oyes lo que declaran contra ti? —le dijo Pilato.

14. Pero Jesús no respondió ni a una sola acusación, por lo que el gobernador se llenó de asombro.

15. Ahora bien, durante la fiesta el gobernador acostumbraba soltar un preso que la gente escogiera.

16. Tenían un preso famoso llamado Barrabás.

19. Mientras Pilato estaba sentado en el tribunal, su esposa le envió el siguiente recado: «No te metas con ese justo, pues por causa de él, hoy he sufrido mucho en un sueño.»

20. Pero los jefes de los sacerdotes y los ancianos persuadieron a la multitud a que le pidiera a Pilato soltar a Barrabás y ejecutar a Jesús.

21. —¿A cuál de los dos quieren que les suelte? —preguntó el gobernador.—A Barrabás.

22. —¿Y qué voy a hacer con Jesús, al que llaman Cristo?—¡Crucifícalo! —respondieron todos.

Mateo 27