42. porque su única hija, de unos doce años, se estaba muriendo.Jesús se puso en camino y las multitudes lo apretujaban.
43. Había entre la gente una mujer que hacía doce años padecía de hemorragias, sin que nadie pudiera sanarla.
44. Ella se le acercó por detrás y le tocó el borde del manto, y al instante cesó su hemorragia.
45. —¿Quién me ha tocado? —preguntó Jesús.Como todos negaban haberlo tocado, Pedro le dijo:—Maestro, son multitudes las que te aprietan y te oprimen.
46. —No, alguien me ha tocado —replicó Jesús—; yo sé que de mí ha salido poder.