Lucas 12:30-43 Nueva Versión Internacional (NVI)

30. El mundo pagano anda tras todas estas cosas, pero el Padre sabe que ustedes las necesitan.

31. Ustedes, por el contrario, busquen el reino de Dios, y estas cosas les serán añadidas.

32. »No tengan miedo, mi rebaño pequeño, porque es la buena voluntad del Padre darles el reino.

33. Vendan sus bienes y den a los pobres. Provéanse de bolsas que no se desgasten; acumulen un tesoro inagotable en el cielo, donde no hay ladrón que aceche ni polilla que destruya.

34. Pues donde tengan ustedes su tesoro, allí estará también su corazón.

35. »Manténganse listos, con la ropa bien ajustada y la luz encendida.

36. Pórtense como siervos que esperan a que regrese su señor de un banquete de bodas, para abrirle la puerta tan pronto como él llegue y toque.

37. Dichosos los siervos a quienes su señor encuentre pendientes de su llegada. Créanme que se ajustará la ropa, hará que los siervos se sienten a la mesa, y él mismo se pondrá a servirles.

38. Sí, dichosos aquellos siervos a quienes su señor encuentre preparados, aunque llegue a la medianoche o de madrugada.

39. Pero entiendan esto: Si un dueño de casa supiera a qué hora va a llegar el ladrón, estaría pendiente para no dejarlo forzar la entrada.

40. Así mismo deben ustedes estar preparados, porque el Hijo del hombre vendrá cuando menos lo esperen.

41. —Señor —le preguntó Pedro—, ¿cuentas esta parábola para nosotros, o para todos?

42. Respondió el Señor:—¿Dónde se halla un mayordomo fiel y prudente a quien su señor deja encargado de los siervos para repartirles la comida a su debido tiempo?

43. Dichoso el siervo cuyo señor, al regresar, lo encuentra cumpliendo con su deber.

Lucas 12