11. Simón Pedro subió a bordo y arrastró hasta la orilla la red, la cual estaba llena de pescados de buen tamaño. Eran ciento cincuenta y tres, pero a pesar de ser tantos la red no se rompió.
12. —Vengan a desayunar —les dijo Jesús.Ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle: «¿Quién eres tú?», porque sabían que era el Señor.
13. Jesús se acercó, tomó el pan y se lo dio a ellos, e hizo lo mismo con el pescado.
14. Ésta fue la tercera vez que Jesús se apareció a sus discípulos después de haber resucitado.
15. Cuando terminaron de desayunar, Jesús le preguntó a Simón Pedro:—Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que éstos?—Sí, Señor, tú sabes que te quiero —contestó Pedro.—Apacienta mis corderos —le dijo Jesús.
16. Y volvió a preguntarle:—Simón, hijo de Juan, ¿me amas?—Sí, Señor, tú sabes que te quiero.—Cuida de mis ovejas.
17. Por tercera vez Jesús le preguntó:—Simón, hijo de Juan, ¿me quieres?A Pedro le dolió que por tercera vez Jesús le hubiera preguntado: «¿Me quieres?» Así que le dijo:—Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te quiero.—Apacienta mis ovejas —le dijo Jesús—.
18. De veras te aseguro que cuando eras más joven te vestías tú mismo e ibas adonde querías; pero cuando seas viejo, extenderás las manos y otro te vestirá y te llevará adonde no quieras ir.
19. Esto dijo Jesús para dar a entender la clase de muerte con que Pedro glorificaría a Dios. Después de eso añadió:—¡Sígueme!
20. Al volverse, Pedro vio que los seguía el discípulo a quien Jesús amaba, el mismo que en la cena se había reclinado sobre Jesús y le había dicho: «Señor, ¿quién es el que va a traicionarte?»
21. Al verlo, Pedro preguntó:—Señor, ¿y éste, qué?
22. —Si quiero que él permanezca vivo hasta que yo vuelva, ¿a ti qué? Tú sígueme no más.