1. A esto respondió así Elifaz de Temán:
2. «Tal vez no puedas aguantarque alguien se atreva a decirte algo,pero ¿quién podría contener las palabras?
3. Tú, que impartías instrucción a las multitudesy fortalecías las manos decaídas;
4. tú, que con tus palabras sostenías a los que tropezabany fortalecías las rodillas que flaqueaban;