5. Ellos le dijeron a Jeremías:—Que el Señor tu Dios sea un testigo fiel y verdadero contra nosotros, si no actuamos conforme a todo lo que él nos ordene por medio de ti.
6. Sea o no de nuestro agrado, obedeceremos la voz del Señor nuestro Dios, a quien te enviamos a consultar. Así, al obedecer la voz del Señor nuestro Dios, nos irá bien.
7. Diez días después, la palabra del Señor vino a Jeremías.
8. Éste llamó a Johanán hijo de Carea, a todos lo jefes militares que lo acompañaban, y a todo el pueblo, desde el más chico hasta al más grande,
9. y les dijo: «Así dice el Señor, Dios de Israel, a quien ustedes me enviaron para interceder por ustedes:
10. “Si se quedan en este país, yo los edificaré y no los derribaré, los plantaré y no los arrancaré, porque me duele haberles causado esa calamidad.
11. No teman al rey de Babilonia, al que ahora temen —afirma el Señor—; no le teman, porque yo estoy con ustedes para salvarlos y librarlos de su poder.
12. Tendré compasión de ustedes, y de esa manera él también les tendrá compasión y les permitirá volver a su tierra.”
13. »Pero si desobedecen la voz del Señor, Dios de ustedes, y dicen: “No nos quedaremos en esta tierra,
14. sino que nos iremos a Egipto, donde no veremos guerra, ni escucharemos el sonido de la trompeta, ni pasaremos hambre, y allí nos quedaremos a vivir”,
15. entonces presten atención a la palabra del Señor, ustedes los que quedan en Judá: Así dice el SeñorTodopoderoso, el Dios de Israel: “Si ustedes insisten en trasladarse a Egipto para vivir allá,
16. la guerra que tanto temen los alcanzará, y el hambre que los aterra los seguirá de cerca hasta Egipto, y en ese lugar morirán.
17. Todos los que están empecinados en trasladarse a Egipto para vivir allá, morirán por la guerra, el hambre y la peste. Ninguno sobrevivirá ni escapará a la calamidad que haré caer sobre ellos.”
18. Porque así dice el Señor Todopoderoso, el Dios de Israel: “Así como se ha derramado mi ira y mi furor sobre los habitantes de Jerusalén, así se derramará mi furor sobre ustedes, si se van a Egipto. Se convertirán en objeto de maldición, de horror, de imprecación y de oprobio, y nunca más volverán a ver este lugar.”
19. »¡Remanente de Judá! El Señor les ha dicho que no vayan a Egipto. Sepan bien que hoy les hago una advertencia seria.
20. Ustedes cometieron un error fatal cuando me enviaron al Señor, Dios de ustedes, y me dijeron: “Ruega al Señor, nuestro Dios, por nosotros, y comunícanos todo lo que él te diga, para que lo cumplamos.”