Jeremías 31:20-29 Nueva Versión Internacional (NVI)

20. »¿Acaso no es Efraín mi hijo amado?¿Acaso no es mi niño preferido?Cada vez que lo reprendo,vuelvo a acordarme de él.Por él mi corazón se conmueve;por él siento mucha compasión—afirma el Señor—.

21. »Ponte señales en el camino,coloca marcas por donde pasaste,fíjate bien en el sendero.¡Vuelve, virginal Israel;vuelve a tus ciudades!

22. ¿Hasta cuándo andarás errante,hija infiel?El Señor creará algo nuevo en la tierra,la mujer regresará a su esposo.»

23. Así dice el SeñorTodopoderoso, el Dios de Israel: «Cuando yo cambie su suerte, en la tierra de Judá y en sus ciudades volverá a decirse:»“Monte santo, morada de justicia:¡que el Señor te bendiga!”

24. Allí habitarán juntos Judá y todas sus ciudades, los agricultores y los pastores de rebaños.

25. Daré de beber a los sedientos y saciaré a los que estén agotados.»

26. En ese momento me desperté, y abrí los ojos. Había tenido un sueño agradable.

27. «Vienen días —afirma el Señor— en que con la simiente de hombres y de animales sembraré el pueblo de Israel y la tribu de Judá.

28. Y así como he estado vigilándolos para arrancar y derribar, para destruir y demoler, y para traer calamidad, así también habré de vigilarlos para construir y plantar —afirma el Señor—.

29. En aquellos días no volverá a decirse:»“Los padres comieron uvas agrias,y a los hijos se les destemplaron los dientes.”

Jeremías 31