4. «Toma el cinturón que has comprado y que tienes puesto en la cintura, y ve a Perat, y escóndelo allí, en la grieta de una roca.»
5. Fui entonces y lo escondí en Perat, tal como el Señor me lo había ordenado.
6. Al cabo de muchos días, el Señor me dijo: «Ve a Perat y busca el cinturón que te mandé a esconder allí.»
7. Fui a Perat, cavé y saqué el cinturón del lugar donde lo había escondido, pero ya estaba podrido y no servía para nada.
8. Entonces el Señor volvió a decirme:
9. «Así dice el Señor: “De esta misma manera destruiré el orgullo de Judá y el gran orgullo de Jerusalén.
10. Este pueblo malvado, que se niega a obedecerme, que sigue la terquedad de su corazón y va tras otros dioses para servirlos y adorarlos, será como este cinturón, que no sirve para nada.