1. ¡Ay de ti, destructor, que no has sido destruido!¡Ay de ti, traidor, que no has sido traicionado!Cuando dejes de destruir, te destruirán;cuando dejes de traicionar, te traicionarán.
2. Señor, ten compasión de nosotros;pues en ti esperamos.Sé nuestra fortaleza cada mañana,nuestra salvación en tiempo de angustia.
3. Al estruendo de tu voz, huyen los pueblos;cuando te levantas, se dispersan las naciones.
4. Los despojos de ustedes se recogencomo si fueran devorados por orugas;sobre ellos se lanza el enemigocomo una bandada de langostas.
5. Exaltado es el Señor porque mora en las alturas,y llena a Sión de justicia y rectitud.
6. Él será la seguridad de tus tiempos,te dará en abundancia salvación, sabiduría y conocimiento;el temor del Señor será tu tesoro.
7. ¡Miren cómo gritan sus valientes en las calles!¡amargamente lloran los mensajeros de paz!