6. Al darse cuenta de esto, los apóstoles huyeron a Listra y a Derbe, ciudades de Licaonia, y a sus alrededores,
7. donde siguieron anunciando las buenas nuevas.
8. En Listra vivía un hombre lisiado de nacimiento, que no podía mover las piernas y nunca había caminado. Estaba sentado,
9. escuchando a Pablo, quien al reparar en él y ver que tenía fe para ser sanado,
10. le ordenó con voz fuerte:—¡Ponte en pie y enderézate!El hombre dio un salto y empezó a caminar.
11. Al ver lo que Pablo había hecho, la gente comenzó a gritar en el idioma de Licaonia:—¡Los dioses han tomado forma humana y han venido a visitarnos!
12. A Bernabé lo llamaban Zeus, y a Pablo, Hermes, porque era el que dirigía la palabra.
13. El sacerdote de Zeus, el dios cuyo templo estaba a las afueras de la ciudad, llevó toros y guirnaldas a las puertas y, con toda la multitud, quería ofrecerles sacrificios.
14. Al enterarse de esto los apóstoles Bernabé y Pablo, se rasgaron las vestiduras y se lanzaron por entre la multitud, gritando:
15. —Señores, ¿por qué hacen esto? Nosotros también somos hombres mortales como ustedes. Las buenas nuevas que les anunciamos es que dejen estas cosas sin valor y se vuelvan al Dios viviente, que hizo el cielo, la tierra, el mar y todo lo que hay en ellos.
16. En épocas pasadas él permitió que todas las naciones siguieran su propio camino.