Hechos 11:8-25 Nueva Versión Internacional (NVI)

8. Repliqué: “¡De ninguna manera, Señor! Jamás ha entrado en mi boca nada impuro o inmundo.”

9. Por segunda vez insistió la voz del cielo: “Lo que Dios ha purificado, tú no lo llames impuro.”

10. Esto sucedió tres veces, y luego todo volvió a ser llevado al cielo.

11. »En aquel momento se presentaron en la casa donde yo estaba tres hombres que desde Cesarea habían sido enviados a verme.

12. El Espíritu me dijo que fuera con ellos sin dudar. También fueron conmigo estos seis hermanos, y entramos en la casa de aquel hombre.

13. Él nos contó cómo en su casa se le había aparecido un ángel que le dijo: “Manda a alguien a Jope para hacer venir a Simón, apodado Pedro.

14. Él te traerá un mensaje mediante el cual serán salvos tú y toda tu familia.”

15. »Cuando comencé a hablarles, el Espíritu Santo descendió sobre ellos tal como al principio descendió sobre nosotros.

16. Entonces recordé lo que había dicho el Señor: “Juan bautizó con agua, pero ustedes serán bautizados con el Espíritu Santo.”

17. Por tanto, si Dios les ha dado a ellos el mismo don que a nosotros al creer en el Señor Jesucristo, ¿quién soy yo para pretender estorbar a Dios?

18. Al oír esto, se apaciguaron y alabaron a Dios diciendo:—¡Así que también a los gentiles les ha concedido Dios el arrepentimiento para vida!

19. Los que se habían dispersado a causa de la persecución que se desató por el caso de Esteban llegaron hasta Fenicia, Chipre y Antioquía, sin anunciar a nadie el mensaje excepto a los judíos.

20. Sin embargo, había entre ellos algunas personas de Chipre y de Cirene que, al llegar a Antioquía, comenzaron a hablarles también a los de habla griega, anunciándoles las buenas nuevas acerca del Señor Jesús.

21. El poder del Señor estaba con ellos, y un gran número creyó y se convirtió al Señor.

22. La noticia de estos sucesos llegó a oídos de la iglesia de Jerusalén, y mandaron a Bernabé a Antioquía.

23. Cuando él llegó y vio las evidencias de la gracia de Dios, se alegró y animó a todos a hacerse el firme propósito de permanecer fieles al Señor,

24. pues era un hombre bueno, lleno del Espíritu Santo y de fe. Un gran número de personas aceptó al Señor.

25. Después partió Bernabé para Tarso en busca de Saulo,

Hechos 11