2. Así que cuando Pedro subió a Jerusalén, los defensores de la circuncisión lo criticaron
3. diciendo:—Entraste en casa de hombres incircuncisos y comiste con ellos.
4. Entonces Pedro comenzó a explicarles paso a paso lo que había sucedido:
5. —Yo estaba orando en la ciudad de Jope y tuve en éxtasis una visión. Vi que del cielo descendía algo parecido a una gran sábana que, suspendida por las cuatro puntas, bajaba hasta donde yo estaba.
6. Me fijé en lo que había en ella, y vi cuadrúpedos, fieras, reptiles y aves.
7. Luego oí una voz que me decía: “Levántate, Pedro; mata y come.”
8. Repliqué: “¡De ninguna manera, Señor! Jamás ha entrado en mi boca nada impuro o inmundo.”
9. Por segunda vez insistió la voz del cielo: “Lo que Dios ha purificado, tú no lo llames impuro.”
10. Esto sucedió tres veces, y luego todo volvió a ser llevado al cielo.
11. »En aquel momento se presentaron en la casa donde yo estaba tres hombres que desde Cesarea habían sido enviados a verme.
12. El Espíritu me dijo que fuera con ellos sin dudar. También fueron conmigo estos seis hermanos, y entramos en la casa de aquel hombre.
13. Él nos contó cómo en su casa se le había aparecido un ángel que le dijo: “Manda a alguien a Jope para hacer venir a Simón, apodado Pedro.
14. Él te traerá un mensaje mediante el cual serán salvos tú y toda tu familia.”
15. »Cuando comencé a hablarles, el Espíritu Santo descendió sobre ellos tal como al principio descendió sobre nosotros.
16. Entonces recordé lo que había dicho el Señor: “Juan bautizó con agua, pero ustedes serán bautizados con el Espíritu Santo.”
17. Por tanto, si Dios les ha dado a ellos el mismo don que a nosotros al creer en el Señor Jesucristo, ¿quién soy yo para pretender estorbar a Dios?
18. Al oír esto, se apaciguaron y alabaron a Dios diciendo:—¡Así que también a los gentiles les ha concedido Dios el arrepentimiento para vida!
19. Los que se habían dispersado a causa de la persecución que se desató por el caso de Esteban llegaron hasta Fenicia, Chipre y Antioquía, sin anunciar a nadie el mensaje excepto a los judíos.
20. Sin embargo, había entre ellos algunas personas de Chipre y de Cirene que, al llegar a Antioquía, comenzaron a hablarles también a los de habla griega, anunciándoles las buenas nuevas acerca del Señor Jesús.
21. El poder del Señor estaba con ellos, y un gran número creyó y se convirtió al Señor.
22. La noticia de estos sucesos llegó a oídos de la iglesia de Jerusalén, y mandaron a Bernabé a Antioquía.