Hebreos 6:11-19 Nueva Versión Internacional (NVI)

11. Deseamos, sin embargo, que cada uno de ustedes siga mostrando ese mismo empeño hasta la realización final y completa de su esperanza.

12. No sean perezosos; más bien, imiten a quienes por su fe y paciencia heredan las promesas.

13. Cuando Dios hizo su promesa a Abraham, como no tenía a nadie superior por quien jurar, juró por sí mismo,

14. y dijo: «Te bendeciré en gran manera y multiplicaré tu descendencia.»

15. Y así, después de esperar con paciencia, Abraham recibió lo que se le había prometido.

16. Los seres humanos juran por alguien superior a ellos mismos, y el juramento, al confirmar lo que se ha dicho, pone punto final a toda discusión.

17. Por eso Dios, queriendo demostrar claramente a los herederos de la promesa que su propósito es inmutable, la confirmó con un juramento.

18. Lo hizo así para que, mediante la promesa y el juramento, que son dos realidades inmutables en las cuales es imposible que Dios mienta, tengamos un estímulo poderoso los que, buscando refugio, nos aferramos a la esperanza que está delante de nosotros.

19. Tenemos como firme y segura ancla del alma una esperanza que penetra hasta detrás de la cortina del santuario,

Hebreos 6