16. Pues, ciertamente, no vino en auxilio de los ángeles sino de los descendientes de Abraham.
17. Por eso era preciso que en todo se asemejara a sus hermanos, para ser un sumo sacerdote fiel y misericordioso al servicio de Dios, a fin de expiar los pecados del pueblo.
18. Por haber sufrido él mismo la tentación, puede socorrer a los que son tentados.