Hebreos 12:6-23 Nueva Versión Internacional (NVI)

6. porque el Señor disciplina a los que ama,y azota a todo el que recibe como hijo.»

7. Lo que soportan es para su disciplina, pues Dios los está tratando como a hijos. ¿Qué hijo hay a quien el padre no disciplina?

8. Si a ustedes se les deja sin la disciplina que todos reciben, entonces son bastardos y no hijos legítimos.

9. Después de todo, aunque nuestros padres humanos nos disciplinaban, los respetábamos. ¿No hemos de someternos, con mayor razón, al Padre de los espíritus, para que vivamos?

10. En efecto, nuestros padres nos disciplinaban por un breve tiempo, como mejor les parecía; pero Dios lo hace para nuestro bien, a fin de que participemos de su santidad.

11. Ciertamente, ninguna disciplina, en el momento de recibirla, parece agradable, sino más bien penosa; sin embargo, después produce una cosecha de justicia y paz para quienes han sido entrenados por ella.

12. Por tanto, renueven las fuerzas de sus manos cansadas y de sus rodillas debilitadas.

13. «Hagan sendas derechas para sus pies», para que la pierna coja no se disloque sino que se sane.

14. Busquen la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor.

15. Asegúrense de que nadie deje de alcanzar la gracia de Dios; de que ninguna raíz amarga brote y cause dificultades y corrompa a muchos;

16. y de que nadie sea inmoral ni profano como Esaú, quien por un solo plato de comida vendió sus derechos de hijo mayor.

17. Después, como ya saben, cuando quiso heredar esa bendición, fue rechazado: No se le dio lugar para el arrepentimiento, aunque con lágrimas buscó la bendición.

18. Ustedes no se han acercado a una montaña que se pueda tocar o que esté ardiendo en fuego; ni a oscuridad, tinieblas y tormenta;

19. ni a sonido de trompeta, ni a tal clamor de palabras que quienes lo oyeron suplicaron que no se les hablara más,

20. porque no podían soportar esta orden: «¡Será apedreado todo el que toque la montaña, aunque sea un animal!»

21. Tan terrible era este espectáculo que Moisés dijo: «Estoy temblando de miedo.»

22. Por el contrario, ustedes se han acercado al monte Sión, a la Jerusalén celestial, la ciudad del Dios viviente. Se han acercado a millares y millares de ángeles, a una asamblea gozosa,

23. a la iglesia de los primogénitos inscritos en el cielo. Se han acercado a Dios, el juez de todos; a los espíritus de los justos que han llegado a la perfección;

Hebreos 12