4. ya que es imposible que la sangre de los toros y de los machos cabríos quite los pecados.
5. Por eso, al entrar en el mundo, Cristo dijo:«A ti no te complacen sacrificios ni ofrendas;en su lugar, me preparaste un cuerpo;
6. no te agradaron ni holocaustosni sacrificios por el pecado.
7. Por eso dije: “Aquí me tienes—como el libro dice de mí—.He venido, oh Dios, a hacer tu voluntad.”»