Génesis 38:17-24 Nueva Versión Internacional (NVI)

17. —Te mandaré uno de los cabritos de mi rebaño —respondió Judá.—Está bien —respondió ella—, pero déjame algo en garantía hasta que me lo mandes.

18. —¿Qué prenda quieres que te deje? —preguntó Judá.—Dame tu sello y su cordón, y el bastón que llevas en la mano —respondió Tamar.Judá se los entregó, se acostó con ella y la dejó embarazada.

19. Cuando ella se levantó, se fue inmediatamente de allí, se quitó el velo y volvió a ponerse la ropa de viuda.

20. Más tarde, Judá envió el cabrito por medio de su amigo adulanita, para recuperar las prendas que había dejado con la mujer; pero su amigo no dio con ella.

21. Entonces le preguntó a la gente del lugar:—¿Dónde está la prostituta de Enayin, la que se sentaba junto al camino?—Aquí nunca ha habido una prostituta así —le contestaron.

22. El amigo regresó adonde estaba Judá y le dijo:—No la pude encontrar. Además, la gente del lugar me informó que allí nunca había estado una prostituta como ésa.

23. —Que se quede con las prendas —replicó Judá—; no es cuestión de que hagamos el ridículo. Pero que quede claro: yo le envié el cabrito, y tú no la encontraste.

24. Como tres meses después, le informaron a Judá lo siguiente:—Tu nuera Tamar se ha prostituido, y como resultado de sus andanzas ha quedado embarazada.—¡Sáquenla y quémenla! —exclamó Judá.

Génesis 38