6. Jacob siguió preguntando:—¿Se encuentra bien de salud?—Sí, está bien —le contestaron—. A propósito, ahí viene su hija Raquel con las ovejas.
7. Entonces Jacob les dijo:—Todavía estamos en pleno día, y es muy temprano para encerrar el rebaño. ¿Por qué no les dan de beber a las ovejas y las llevan a pastar?
8. Y ellos respondieron:—No podemos hacerlo hasta que se junten todos los rebaños y los pastores quiten la piedra que está sobre la boca del pozo. Sólo entonces podremos dar de beber a las ovejas.
9. Todavía estaba Jacob hablando con ellos, cuando Raquel llegó con las ovejas de su padre, pues era ella quien las cuidaba.
10. En cuanto Jacob vio a Raquel, hija de su tío Labán, con las ovejas de éste, se acercó y quitó la piedra que estaba sobre la boca del pozo, y les dio de beber a las ovejas.
11. Luego besó a Raquel, rompió en llanto,
12. y le contó que era pariente de Labán, por ser hijo de su hermana Rebeca. Raquel salió entonces corriendo a contárselo a su padre.
13. Al oír Labán las noticias acerca de su sobrino Jacob, salió a recibirlo y, entre abrazos y besos, lo llevó a su casa. Allí Jacob le contó todo lo que había sucedido,
14. y Labán le dijo: «Realmente, tú eres de mi propia sangre.»Jacob había estado ya un mes con Labán
15. cuando éste le dijo:—Por más que seas mi pariente, no vas a trabajar para mí gratis. Dime cuánto quieres ganar.
16. Labán tenía dos hijas. La mayor se llamaba Lea, y la menor, Raquel.