18. Por la gran cantidad de tus productos, y por la abundancia de tu riqueza, también Damasco comerciaba contigo. Te pagaba con vino de Jelbón y lana de Sajar.
19. A cambio de tus mercancías, los danitas y los griegos te traían de Uzal hierro forjado, canela y caña aromática.
20. Dedán te vendía aparejos para montar.
21. Tus clientes eran Arabia y todos los príncipes de Cedar, quienes te pagaban con corderos, carneros y chivos.
22. También eran tus clientes los comerciantes de Sabá y Ragama. A cambio de mercancías, te entregaban oro, piedras preciosas y los mejores perfumes.
23. Jarán, Cané, Edén y los comerciantes de Sabá, Asiria y Quilmad negociaban contigo.