Ezequiel 20:40-49 Nueva Versión Internacional (NVI)

40. Porque en mi monte santo, el monte elevado de Israel, me adorará todo el pueblo de Israel; todos los que habitan en el país. Yo, el Señor, lo afirmo. Allí los recibiré, y exigiré sus ofrendas y sus primicias, junto con todo lo que quieran dedicarme.

41. Cuando yo los saque a ustedes y los reúna de todas las naciones y pueblos donde estarán esparcidos, en presencia de las naciones los recibiré como incienso agradable y les manifestaré mi santidad.

42. Y cuando yo los lleve a la tierra de Israel, al país que con la mano en alto había jurado a sus antepasados que les daría, entonces reconocerán que yo soy el Señor.

43. Allí se acordarán de su conducta y de todas sus acciones con las que se contaminaron, y sentirán asco de sí mismos por todas las maldades que cometieron.

44. Pueblo de Israel, cuando yo actúe en favor de ustedes, en honor a mi nombre y no según su mala conducta y sus obras corruptas, entonces ustedes reconocerán que yo soy el Señor. Yo, el Señor omnipotente, lo afirmo.”»

45. El Señor me dirigió la palabra:

46. «Hijo de hombre, mira hacia el sur y en esa dirección profetiza contra el bosque del Néguev.

47. Dile: “Escucha, bosque del Néguev, la palabra del Señor. Así dice el Señor omnipotente: ‘En medio de ti voy a prender un fuego que devorará todos los árboles, tanto los secos como los verdes. Este incendio no se podrá apagar, y quemará toda la superficie, de norte a sur.

48. Todos los mortales verán que yo, el Señor, lo he encendido, y no podrá apagarse.’”»

49. Entonces yo exclamé: «¡Ay, Señor omnipotente, todo el mundo anda diciendo que soy un charlatán!»

Ezequiel 20