7. Hice lo que se me había mandado, y a plena luz del día saqué mi bagaje, como quien va al exilio. Al caer la tarde abrí el agujero con mis propias manos, y al llegar la noche, en presencia de todos, salí con mi equipaje al hombro.
8. Por la mañana el Señor me dirigió la palabra:
9. «Hijo de hombre, con toda seguridad el pueblo rebelde de Israel te preguntará: “¿Qué estás haciendo?”