Éxodo 32:12-24 Nueva Versión Internacional (NVI)

12. ¿Por qué dar pie a que los egipcios digan que nos sacaste de su país con la intención de matarnos en las montañas y borrarnos de la faz de la tierra? ¡Calma ya tu enojo! ¡Aplácate y no traigas sobre tu pueblo esa desgracia!

13. Acuérdate de tus siervos Abraham, Isaac e Israel. Tú mismo les juraste que harías a sus descendientes tan numerosos como las estrellas del cielo; ¡tú les prometiste que a sus descendientes les darías toda esta tierra como su herencia eterna!

14. Entonces el Señor se calmó y desistió de hacerle a su pueblo el daño que le había sentenciado.

15. Moisés volvió entonces del monte. Cuando bajó, traía en sus manos las dos tablas de la ley, las cuales estaban escritas por sus dos lados.

16. Tanto las tablas como la escritura grabada en ellas eran obra de Dios.

17. Cuando Josué oyó el ruido y los gritos del pueblo, le dijo a Moisés:—Se oyen en el campamento gritos de guerra.

18. Pero Moisés respondió:«Lo que escucho no son gritos de victoria,ni tampoco lamentos de derrota;más bien, lo que escucho son canciones.»

19. Cuando Moisés se acercó al campamento y vio el becerro y las danzas, ardió en ira y arrojó de sus manos las tablas de la ley, haciéndolas pedazos al pie del monte.

20. Tomó entonces el becerro que habían hecho, lo arrojó al fuego y, luego de machacarlo hasta hacerlo polvo, lo esparció en el agua y se la dio a beber a los israelitas.

21. A Aarón le dijo:—¿Qué te hizo este pueblo? ¿Por qué lo has hecho cometer semejante pecado?

22. —Hermano mío, no te enojes —contestó Aarón—. Tú bien sabes cuán inclinado al mal es este pueblo.

23. Ellos me dijeron: “Tienes que hacernos dioses que marchen al frente de nosotros, porque a ese Moisés que nos sacó de Egipto, ¡no sabemos qué pudo haberle pasado!”

24. Yo les contesté que todo el que tuviera joyas de oro se desprendiera de ellas. Ellos me dieron el oro, yo lo eché al fuego, ¡y lo que salió fue este becerro!

Éxodo 32