21. Entonces Moisés se acercó a la densa oscuridad en la que estaba Dios, pero los israelitas se mantuvieron a distancia.
22. El Señor le ordenó a Moisés:«Diles lo siguiente a los israelitas: “Ustedes mismos han oído que les he hablado desde el cielo.
23. No me ofendan; no se hagan dioses de plata o de oro, ni los adoren.
24. Háganme un altar de tierra, y ofrézcanme sobre él sus holocaustos y sacrificios de comunión, sus ovejas y sus toros. Yo vendré al lugar donde les pida invocar mi nombre, y los bendeciré.
25. Si me hacen un altar de piedra, no lo construyan con piedras labradas, pues las herramientas profanan la piedra.
26. Y no le pongan escalones a mi altar, no sea que al subir se les vean los genitales.”