Éxodo 2:10-25 Nueva Versión Internacional (NVI)

10. Ya crecido el niño, se lo llevó a la hija del faraón, y ella lo adoptó como hijo suyo; además, le puso por nombre Moisés, pues dijo: «¡Yo lo saqué del río!»

11. Un día, cuando ya Moisés era mayor de edad, fue a ver a sus hermanos de sangre y pudo observar sus penurias. De pronto, vio que un egipcio golpeaba a uno de sus hermanos, es decir, a un hebreo.

12. Miró entonces a uno y otro lado y, al no ver a nadie, mató al egipcio y lo escondió en la arena.

13. Al día siguiente volvió a salir y, al ver que dos hebreos peleaban entre sí, le preguntó al culpable:—¿Por qué golpeas a tu compañero?

14. —¿Y quién te nombró a ti gobernante y juez sobre nosotros? —respondió aquél—. ¿Acaso piensas matarme a mí, como mataste al egipcio?Esto le causó temor a Moisés, pues pensó: «¡Ya se supo lo que hice!»

15. Y, en efecto, el faraón se enteró de lo sucedido y trató de matar a Moisés; pero Moisés huyó del faraón y se fue a la tierra de Madián, donde se quedó a vivir junto al pozo.

16. El sacerdote de Madián tenía siete hijas, las cuales solían ir a sacar agua para llenar los abrevaderos y dar de beber a las ovejas de su padre.

17. Pero los pastores llegaban y las echaban de allí. Un día, Moisés intervino en favor de ellas: las puso a salvo de los pastores y dio de beber a sus ovejas.

18. Cuando las muchachas volvieron a la casa de Reuel, su padre, éste les preguntó:—¿Por qué volvieron hoy tan temprano?

19. —Porque un egipcio nos libró de los pastores —le respondieron—. ¡Hasta nos sacó el agua del pozo y dio de beber al rebaño!

20. —¿Y dónde está ese hombre? —les contestó—. ¿Por qué lo dejaron solo? ¡Invítenlo a comer!

21. Moisés convino en quedarse a vivir en casa de aquel hombre, quien le dio por esposa a su hija Séfora.

22. Ella tuvo un hijo, y Moisés le puso por nombre Guersón, pues razonó: «Soy un extranjero en tierra extraña.»

23. Mucho tiempo después murió el rey de Egipto. Los israelitas, sin embargo, seguían lamentando su condición de esclavos y clamaban pidiendo ayuda. Sus gritos desesperados llegaron a oídos de Dios,

24. quien al oír sus quejas se acordó del pacto que había hecho con Abraham, Isaac y Jacob.

25. Fue así como Dios se fijó en los israelitas y los tomó en cuenta.

Éxodo 2