20. Los israelitas partieron de Sucot y acamparon en Etam, donde comienza el desierto.
21. De día, el Señor iba al frente de ellos en una columna de nube para indicarles el camino; de noche, los alumbraba con una columna de fuego. De ese modo podían viajar de día y de noche.
22. Jamás la columna de nube dejaba de guiar al pueblo durante el día, ni la columna de fuego durante la noche.