20. »Cuando yo conduzca a los israelitas a la tierra que juré darles a sus antepasados, tierra donde abundan la leche y la miel, comerán hasta saciarse y engordarán; se irán tras otros dioses y los adorarán, despreciándome y quebrantando mi pacto.
21. Y cuando les sobrevengan muchos desastres y adversidades, este cántico servirá de testimonio contra ellos, porque sus descendientes lo recordarán y lo cantarán. Yo sé lo que mi pueblo piensa hacer, aun antes de introducirlo en el territorio que juré darle.»
22. Entonces Moisés escribió ese cántico aquel día, y se lo enseñó a los israelitas.
23. Y el Señor le dio a Josué hijo de Nun esta orden: «Esfuérzate y sé valiente, porque tú conducirás a los israelitas al territorio que juré darles, y yo mismo estaré contigo.»
24. Moisés terminó de escribir en un libro todas las palabras de esta ley.
25. Luego dio esta orden a los levitas que transportaban el arca del pacto del Señor:
26. «Tomen este libro de la ley, y pónganlo junto al arca del pacto del Señor su Dios. Allí permanecerá como testigo contra ustedes los israelitas,
27. pues sé cuán tercos y rebeldes son. Si fueron rebeldes contra el Señor mientras viví con ustedes, ¡cuánto más lo serán después de mi muerte!
28. Reúnan ante mí a todos los ancianos y los líderes de sus tribus, para que yo pueda comunicarles estas palabras y las escuchen claramente. Pongo al cielo y a la tierra por testigos contra ustedes,
29. porque sé que después de mi muerte se pervertirán y se apartarán del camino que les he mostrado. En días venideros les sobrevendrán calamidades, porque harán lo malo a los ojos del Señor y con sus detestables actos provocarán su ira.»
30. Y éste fue el cántico que recitó Moisés de principio a fin, en presencia de toda la asamblea de Israel: