2 Crónicas 18:15-34 Nueva Versión Internacional (NVI)

15. El rey le reclamó:—¿Cuántas veces debo hacerte jurar que no me digas nada más que la verdad en el nombre del Señor?

16. Ante esto, Micaías concedió:—Vi a todo Israel esparcido por las colinas, como ovejas sin pastor. Y el Señor dijo: “Esta gente no tiene amo. ¡Que cada cual se vaya a su casa en paz!”

17. El rey de Israel le dijo a Josafat:—¿No te dije que jamás me profetiza nada bueno, y que sólo me anuncia desastres?

18. Micaías prosiguió:—Por lo tanto, oigan la palabra del Señor: Vi al Señor sentado en su trono con todo el ejército del cielo alrededor de él, a su derecha y a su izquierda.

19. Y el Señor dijo: “¿Quién seducirá a Acab, rey de Israel, para que ataque a Ramot de Galaad y vaya a morir allí?” Uno sugería una cosa, y otro sugería otra.

20. Por último, un espíritu se adelantó, se puso delante del Señor y dijo: “Yo lo seduciré.” “¿Por qué medios?”, preguntó el Señor.

21. Y aquel espíritu respondió: “Saldré y seré un espíritu mentiroso en la boca de sus profetas.” Entonces el Señor ordenó: “Ve y hazlo así, que tendrás éxito en seducirlo.”

22. Así que ahora el Señor ha puesto un espíritu mentiroso en la boca de estos profetas de Su Majestad. El Señor ha decretado para usted la calamidad.

23. Al oír esto, Sedequías hijo de Quenaná se levantó y le dio una bofetada a Micaías.—¿Por dónde se fue el espíritu del Señor cuando salió de mí para hablarte? —le preguntó.

24. Micaías contestó:—Lo sabrás el día en que andes de escondite en escondite.

25. Entonces el rey de Israel ordenó:—Tomen a Micaías, y llévenselo a Amón, el gobernador de la ciudad, y a Joás, mi hijo.

26. Díganles que les ordeno echar en la cárcel a ese tipo, y no darle más que pan y agua, hasta que yo regrese sin contratiempos.

27. Micaías manifestó:—Si regresas sin contratiempos, el Señor no ha hablado por medio de mí. ¡Tomen nota todos ustedes de lo que estoy diciendo!

28. El rey de Israel, y Josafat, rey de Judá, marcharon juntos contra Ramot de Galaad.

29. Allí el rey de Israel le dijo a Josafat: «Yo entraré a la batalla disfrazado, pero tú te pondrás tus vestiduras reales.» Así que el rey de Israel se disfrazó y entró al combate.

30. Pero el rey de Siria les había ordenado a sus capitanes de los carros de combate: «No luchen contra nadie, grande o pequeño, salvo contra el rey de Israel.»

31. Cuando los capitanes de los carros vieron a Josafat, pensaron: «Éste es el rey de Israel.» Así que se volvieron para atacarlo; pero Josafat gritó, y Dios el Señor lo ayudó, haciendo que se apartaran de él.

32. Entonces los capitanes de los carros vieron que no era el rey de Israel, y dejaron de perseguirlo.

33. Sin embargo, alguien disparó su arco al azar e hirió al rey de Israel entre las piezas de su armadura. El rey le ordenó al que conducía su carro: «Da la vuelta y sácame del campo de batalla, pues me han herido.»

34. Todo el día arreció la batalla, y al rey de Israel se le mantuvo de pie en su carro frente a los sirios, hasta el atardecer, y murió al ponerse el sol.

2 Crónicas 18