9. pues Dios no nos destinó a sufrir el castigo sino a recibir la salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo.
10. Él murió por nosotros para que, en la vida o en la muerte, vivamos junto con él.
11. Por eso, anímense y edifíquense unos a otros, tal como lo vienen haciendo.
12. Hermanos, les pedimos que sean considerados con los que trabajan arduamente entre ustedes, y los guían y amonestan en el Señor.
13. Ténganlos en alta estima, y ámenlos por el trabajo que hacen. Vivan en paz unos con otros.
14. Hermanos, también les rogamos que amonesten a los holgazanes, estimulen a los desanimados, ayuden a los débiles y sean pacientes con todos.
15. Asegúrense de que nadie pague mal por mal; más bien, esfuércense siempre por hacer el bien, no sólo entre ustedes sino a todos.
16. Estén siempre alegres,
17. oren sin cesar,
18. den gracias a Dios en toda situación, porque esta es su voluntad para ustedes en Cristo Jesús.
19. No apaguen el Espíritu,
20. no desprecien las profecías,
21. sométanlo todo a prueba, aférrense a lo bueno,
22. eviten toda clase de mal.
23. Que Dios mismo, el Dios de paz, los santifique por completo, y conserve todo su ser —espíritu, alma y cuerpo— irreprochable para la venida de nuestro Señor Jesucristo.
24. El que los llama es fiel, y así lo hará.
25. Hermanos, oren también por nosotros.
26. Saluden a todos los hermanos con un beso santo.
27. Les encargo delante del Señor que lean esta carta a todos los hermanos.
28. Que la gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con ustedes.