2. Ustedes saben cuáles son las instrucciones que les dimos de parte del Señor Jesús.
3. La voluntad de Dios es que sean santificados; que se aparten de la inmoralidad sexual;
4. que cada uno aprenda a controlar su propio cuerpo de una manera santa y honrosa,
5. sin dejarse llevar por los malos deseos como hacen los paganos, que no conocen a Dios;
6. y que nadie perjudique a su hermano ni se aproveche de él en este asunto. El Señor castiga todo esto, como ya les hemos dicho y advertido.
7. Dios no nos llamó a la impureza sino a la santidad;
8. por tanto, el que rechaza estas instrucciones no rechaza a un hombre sino a Dios, quien les da a ustedes su Espíritu Santo.
9. En cuanto al amor fraternal, no necesitan que les escribamos, porque Dios mismo les ha enseñado a amarse unos a otros.
10. En efecto, ustedes aman a todos los hermanos que viven en Macedonia. No obstante, hermanos, les animamos a amarse aún más,
11. a procurar vivir en paz con todos, a ocuparse de sus propias responsabilidades y a trabajar con sus propias manos. Así les he mandado,
12. para que por su modo de vivir se ganen el respeto de los que no son creyentes, y no tengan que depender de nadie.
13. Hermanos, no queremos que ignoren lo que va a pasar con los que ya han muerto, para que no se entristezcan como esos otros que no tienen esperanza.
14. ¿Acaso no creemos que Jesús murió y resucitó? Así también Dios resucitará con Jesús a los que han muerto en unión con él.