7. Cuando Hiram oyó el mensaje de Salomón, se alegró mucho y dijo: «¡Alabado sea hoy el Señor, porque le ha dado a David un hijo sabio para gobernar a esta gran nación!»
8. Entonces Hiram envió a Salomón este mensaje:«He recibido tu petición. Yo te proporcionaré toda la madera de cedro y de pino que quieras.
9. Mis obreros la transportarán desde el Líbano hasta el mar. Allí haré que la aten en forma de balsas para llevarla flotando hasta donde me indiques, y allí se desatará para que la recojas. Tú, por tu parte, tendrás a bien proporcionarle alimento a mi corte.»
10. Así que Hiram le proveía a Salomón toda la madera de cedro y de pino que éste deseaba,
11. y Salomón, por su parte, año tras año le entregaba a Hiram, como alimento para su corte, veinte mil cargas de trigo y veinte mil medidas de aceite de oliva.
12. El Señor, cumpliendo su palabra, le dio sabiduría a Salomón. Hiram y Salomón hicieron un tratado, y hubo paz entre ellos.
13. El rey Salomón impuso trabajo forzado y reclutó a treinta mil obreros de todo Israel.
14. Los envió al Líbano en relevos de diez mil al mes, de modo que pasaban un mes en el Líbano y dos meses en su casa. La supervisión del trabajo forzado estaba a cargo de Adonirán.
15. Salomón tenía en las montañas setenta mil cargadores y ochenta mil canteros;
16. había además tres mil trescientos capataces que estaban al frente de la obra y dirigían a los trabajadores.
17. Para echar los cimientos del templo, el rey mandó que sacaran de la cantera grandes bloques de piedra de la mejor calidad.
18. Los obreros de Salomón e Hiram, junto con los que habían llegado de Guebal, tallaron la madera y labraron la piedra para la construcción del templo.