1 Reyes 20:3-8 Nueva Versión Internacional (NVI)

3. “Tu oro y tu plata son míos, lo mismo que tus mujeres y tus hermosos hijos.”»

4. El rey de Israel envió esta respuesta: «Tal como dices, mi señor y rey, yo soy tuyo, con todo lo que tengo.»

5. Los mensajeros volvieron a Acab y le dijeron: «Así dice Ben Adad: “Mandé a decirte que me entregaras tu oro y tu plata, tus esposas y tus hijos.

6. Por tanto, mañana como a esta hora voy a enviar a mis funcionarios a requisar tu palacio y las casas de tus funcionarios, y se apoderarán de todo lo que más valoras y se lo llevarán.”»

7. El rey de Israel mandó llamar a todos los ancianos del país y les dijo:—¡Miren cómo ese tipo nos quiere causar problemas! Cuando mandó que le entregara mis esposas y mis hijos, mi oro y mi plata, no se los negué.

8. Los ancianos y todos los del pueblo respondieron:—No le haga caso, Su Majestad, ni ceda a sus exigencias.

1 Reyes 20