1 Reyes 10:11-29 Nueva Versión Internacional (NVI)

11. La flota de Hiram trajo desde Ofir, además del oro, grandes cargamentos de madera de sándalo y de piedras preciosas.

12. Con la madera, el rey construyó escalones para el templo del Señor y para el palacio real, y también hizo arpas y liras para los músicos. Desde entonces, nunca más se ha importado, ni ha vuelto a verse, tanto sándalo como aquel día.

13. El rey Salomón, por su parte, le dio a la reina de Sabá todo lo que a ella se le antojó pedirle, además de lo que él, en su magnanimidad, ya le había regalado. Después de eso, la reina regresó a su país con todos los que la atendían.

14. La cantidad de oro que Salomón recibía anualmente llegaba a los veintidós mil kilos,

15. sin contar los impuestos aportados por los mercaderes, el tráfico comercial, y todos los reyes árabes y los gobernadores del país.

16. El rey Salomón hizo doscientos escudos grandes de oro batido, en cada uno de los cuales se emplearon unos seis kilos y medio de oro.

17. Hizo además trescientos escudos más pequeños, también de oro batido, empleando en cada uno de ellos un kilo y medio de oro. Estos escudos los puso el rey en el palacio llamado «Bosque del Líbano».

18. El rey hizo también un gran trono de marfil, recubierto de oro puro.

19. El trono tenía seis peldaños, un espaldar redondo, brazos a cada lado del asiento, dos leones de pie junto a los brazos

20. y doce leones de pie sobre los seis peldaños, uno en cada extremo. En ningún otro reino se había hecho algo semejante.

21. Todas las copas del rey Salomón y toda la vajilla del palacio «Bosque del Líbano» eran de oro puro. Nada estaba hecho de plata, pues en tiempos de Salomón la plata era poco apreciada.

22. Cada tres años, la flota comercial que el rey tenía en el mar, junto con la flota de Hiram, regresaba de Tarsis trayendo oro, plata y marfil, monos y mandriles.

23. Tanto en riquezas como en sabiduría, el rey Salomón sobrepasó a los demás reyes de la tierra.

24. Todo el mundo procuraba visitarlo para oír la sabiduría que Dios le había dado,

25. y año tras año le llevaban regalos: artículos de plata y de oro, vestidos, armas y perfumes, y caballos y mulas.

26. Salomón multiplicó el número de sus carros de combate y sus caballos; llegó a tener mil cuatrocientos carros y doce mil caballos, los cuales mantenía en las caballerizas y también en su palacio en Jerusalén.

27. El rey hizo que en Jerusalén la plata fuera tan común y corriente como las piedras, y el cedro tan abundante como las higueras de la llanura.

28. Los caballos de Salomón eran importados de Egipto y de Coa, que era donde los mercaderes de la corte los compraban.

29. En Egipto compraban carros por seiscientas monedas de plata, y caballos por ciento cincuenta, para luego vendérselos a todos los reyes hititas y sirios.

1 Reyes 10