1 Corintios 15:37-41 Nueva Versión Internacional (NVI)

37. No plantas el cuerpo que luego ha de nacer sino que siembras una simple semilla de trigo o de otro grano.

38. Pero Dios le da el cuerpo que quiso darle, y a cada clase de semilla le da un cuerpo propio.

39. No todos los cuerpos son iguales: hay cuerpos humanos; también los hay de animales terrestres, de aves y de peces.

40. Así mismo hay cuerpos celestes y cuerpos terrestres; pero el esplendor de los cuerpos celestes es uno, y el de los cuerpos terrestres es otro.

41. Uno es el esplendor del sol, otro el de la luna y otro el de las estrellas. Cada estrella tiene su propio brillo.

1 Corintios 15