9. Tus enemigos, Señor, sin duda perecerán;todos los malhechores quedarán esparcidos.
10. Pero tú me has hecho fuerte como un buey salvaje;me has ungido con el mejor aceite.
11. Mis ojos vieron la caída de mis enemigos;mis oídos escucharon la derrota de mis perversos oponentes.
12. Pero los justos florecerán como palmerasy se harán fuertes como los cedros del Líbano;
13. trasplantados a la casa del Señor,florecen en los atrios de nuestro Dios.