3. »El administrador pensó: “¿Y ahora qué haré? Mi jefe me ha despedido. No tengo fuerzas para cavar zanjas y soy demasiado orgulloso para mendigar.
4. Ah, ya sé cómo asegurarme de que tendré muchos amigos que me recibirán en sus casas cuando mi patrón me despida”.
5. »Entonces invitó a todo el que le debía dinero a su patrón para conversar sobre la situación. Le preguntó al primero: “¿Cuánto debes a mi patrón?”.
6. El hombre contestó: “Le debo tres mil litros de aceite de oliva”. Entonces el administrador le dijo: “Toma la factura y cámbiala a mil quinientos litros”.