2. Miren cómo los preciosos hijos de Jerusalén,que valen su peso en oro puro,ahora son tratados como vasijas de barrohechas por un alfarero común y corriente.
3. Hasta los chacales amamantan a sus cachorros,pero mi pueblo Israel no lo hace;ignoran los llantos de sus hijos,como los avestruces del desierto.
4. La lengua reseca de sus pequeños,se pega al paladar a causa de la sed.Los niños lloran por pan,pero nadie tiene para darles.