39. Entonces, ¿por qué nosotros, simples humanos,habríamos de quejarnos cuando somos castigados por nuestros pecados?
40. En cambio, probemos y examinemos nuestros caminosy volvamos al Señor.
41. Levantemos nuestro corazón y nuestras manosal Dios del cielo y digamos: