Juan 18:9-16 Nueva Traducción Viviente (NTV)

9. Lo hizo para que se cumplieran sus propias palabras: «No perdí ni a uno solo de los que me diste».

10. Entonces Simón Pedro sacó una espada y le cortó la oreja derecha a Malco, un esclavo del sumo sacerdote.

11. Pero Jesús le dijo a Pedro: «Mete tu espada en la vaina. ¿Acaso no voy a beber de la copa de sufrimiento que me ha dado el Padre?».

12. Así que los soldados, el oficial que los comandaba y los guardias del templo arrestaron a Jesús y lo ataron.

13. Primero lo llevaron ante Anás, el suegro de Caifás, quien era sumo sacerdote en ese momento.

14. Caifás era el que les había dicho a los otros líderes judíos: «Es mejor que muera un solo hombre por el pueblo».

15. Simón Pedro y otro discípulo siguieron a Jesús. Ese otro discípulo conocía al sumo sacerdote, así que le permitieron entrar con Jesús al patio del sumo sacerdote.

16. Pedro tuvo que quedarse afuera, junto a la puerta. Entonces el discípulo que conocía al sumo sacerdote habló con la mujer que cuidaba la puerta, y ella dejó entrar a Pedro.

Juan 18