3. Entonces María tomó un frasco con casi medio litro de un costoso perfume preparado con esencia de nardo, le ungió los pies a Jesús y los secó con sus propios cabellos. La casa se llenó de la fragancia del perfume.
4. Sin embargo, Judas Iscariote, el discípulo que pronto lo traicionaría, dijo:
5. «Ese perfume valía el salario de un año. Hubiera sido mejor venderlo para dar el dinero a los pobres».