1. Entonces Job habló de nuevo:
2. «Si se pudiera pesar mi sufrimientoy poner mis problemas en la balanza,
3. pesarían más que toda la arena del mar.Por eso hablé impulsivamente.
4. Pues el Todopoderoso me ha derribado con sus flechas;y el veneno de ellas infecta mi espíritu.Los terrores de Dios están alineados contra mí.
5. ¿Acaso no tengo derecho a quejarme?¿No rebuznan los burros salvajes cuando no encuentran hierbay mugen los bueyes cuando no tienen qué comer?