1. Entonces Sefatías, hijo de Matán; Gedalías, hijo de Pasur; Jehucal, hijo de Selemías; y Pasur, hijo de Malquías, oyeron lo que Jeremías le decía al pueblo:
2. «Esto dice el Señor: “Todo el que se quede en Jerusalén morirá por guerra, enfermedad o hambre, pero los que se rindan a los babilonios vivirán. Su recompensa será su propia vida, ¡ellos vivirán!”.
3. El Señor también dice: “La ciudad de Jerusalén ciertamente será entregada al ejército del rey de Babilonia, quien la conquistará”».
4. Entonces los funcionarios fueron a ver al rey y le dijeron:—Señor, ¡este hombre debe morir! Esta forma de hablar desmoralizará a los pocos hombres de guerra que nos quedan, al igual que a todo el pueblo. ¡Este hombre es un traidor!
5. El rey Sedequías estuvo de acuerdo.—Está bien —dijo—, hagan lo que quieran. No los puedo detener.