Jeremías 36:12-25 Nueva Traducción Viviente (NTV)

12. bajó a la sala del secretario en el palacio, donde estaban reunidos los funcionarios administrativos. Allí estaba el secretario Elisama junto con Delaía, hijo de Semaías; Elnatán, hijo de Acbor; Gemarías, hijo de Safán; Sedequías, hijo de Ananías y todos los demás funcionarios.

13. Cuando Micaías les contó acerca de los mensajes que Baruc leía al pueblo,

14. los funcionarios enviaron a Jehudí, hijo de Netanías, nieto de Selemías y bisnieto de Cusi, para pedirle a Baruc que también viniera a leerles los mensajes. Entonces Baruc tomó el rollo y se dirigió a ellos.

15. Los funcionarios le dijeron: «Siéntate y léenos el rollo». Entonces Baruc hizo lo que le pidieron.

16. Cuando oyeron todos los mensajes, se miraron unos a otros asustados.—Tenemos que contarle al rey lo que hemos oído —le dijeron a Baruc—,

17. pero primero dinos cómo obtuviste estos mensajes. ¿Provinieron directamente de Jeremías?

18. Así que Baruc explicó:—Jeremías me los dictó y yo los escribí con tinta, palabra por palabra, en este rollo.

19. —Tanto tú como Jeremías deberían esconderse —le dijeron los funcionarios a Baruc—. ¡No le digan a nadie dónde están!

20. Entonces, los funcionarios dejaron el rollo a salvo en la habitación de Elisama, el secretario, y le fueron a decir al rey lo que había acontecido.

21. Luego el rey envió a Jehudí a buscar el rollo y Jehudí lo sacó de la habitación de Elisama y lo leyó al rey, con los funcionarios presentes.

22. Era avanzado el otoño, así que el rey estaba en el cuarto del palacio acondicionado para el invierno, sentado junto a un brasero para calentarse.

23. Cada vez que Jehudí terminaba de leer tres o cuatro columnas, el rey tomaba un cuchillo y cortaba esa sección del rollo. Luego lo lanzaba al fuego, sección por sección, hasta que quemó todo el rollo.

24. Ni el rey ni sus asistentes mostraron ninguna señal de temor o arrepentimiento ante lo que habían oído.

25. Aun cuando Elnatán, Delaía y Gemarías le suplicaron al rey que no quemara el rollo, él no les hizo caso.

Jeremías 36