Jeremías 31:18-32 Nueva Traducción Viviente (NTV)

18. Oí a Israel decir:“Me disciplinaste severamente,como a un becerro que necesita ser entrenado para el yugo.Hazme volver a ti y restáurame,porque solo tú eres el Señor mi Dios.

19. Me aparté de Dios,pero después tuve remordimiento.¡Me di golpes por haber sido tan estúpido!Estaba profundamente avergonzado por todo lo que hice en los días de mi juventud”.

20. »¿No es aún Israel mi hijo,mi hijo querido? —dice el Señor—.A menudo tengo que castigarlo,pero aun así lo amo.Por eso mi corazón lo anhelay ciertamente le tendré misericordia.

21. Pon señales en el camino;coloca postes indicadores.Marca bien el caminopor el que viniste.Regresa otra vez, mi virgen Israel;regresa aquí a tus ciudades.

22. ¿Hasta cuándo vagarás,mi hija descarriada?Pues el Señor hará que algo nuevo suceda:Israel abrazará a su Dios».

23. Esto dice el Señor de los Ejércitos Celestiales, Dios de Israel: «Cuando los traiga de regreso del cautiverio, el pueblo de Judá y sus ciudades volverán a decir: “¡El Señor te bendiga, oh casa de rectitud, oh monte santo!”.

24. Tanto la gente de la ciudad como los agricultores y los pastores vivirán juntos en paz y felicidad.

25. Pues le he dado descanso al fatigado y al afligido, alegría».

26. Al oír esto, me desperté y miré a mi alrededor. Mi sueño había sido muy dulce.

27. «Se acerca el día —dice el Señor—, cuando aumentaré en gran manera la población humana y el número de los animales en Israel y Judá.

28. En el pasado con determinación desarraigué y derribé a esta nación. La derroqué, la destruí y sobre ella traje el desastre; pero en el futuro con la misma determinación la plantaré y la edificaré. ¡Yo, el Señor, he hablado!

29. »El pueblo ya no citará este proverbio:“Los padres comieron uvas agriaspero la boca de sus hijos se frunce por el sabor”.

30. Cada persona morirá por sus propios pecados, los que coman las uvas agrias serán los que tengan la boca fruncida.

31. »Se acerca el día —dice el Señor—, en que haré un nuevo pacto con el pueblo de Israel y de Judá.

32. Este pacto no será como el que hice con sus antepasados cuando los tomé de la mano y los saqué de la tierra de Egipto. Ellos rompieron ese pacto, a pesar de que los amé como un hombre ama a su esposa», dice el Señor.

Jeremías 31