Hechos 16:26-33 Nueva Traducción Viviente (NTV)

26. De repente, hubo un gran terremoto y la cárcel se sacudió hasta sus cimientos. Al instante, todas las puertas se abrieron de golpe, ¡y a todos los prisioneros se les cayeron las cadenas!

27. El carcelero se despertó y vio las puertas abiertas de par en par. Dio por sentado que los prisioneros se habían escapado, por lo que sacó su espada para matarse;

28. pero Pablo le gritó: «¡Detente! ¡No te mates! ¡Estamos todos aquí!».

29. El carcelero pidió una luz y corrió al calabozo y cayó temblando ante Pablo y Silas.

30. Después los sacó y les preguntó:—Señores, ¿qué debo hacer para ser salvo?

31. Ellos le contestaron:—Cree en el Señor Jesús y serás salvo, junto con todos los de tu casa.

32. Y le presentaron la palabra del Señor tanto a él como a todos los que vivían en su casa.

33. Aun a esa hora de la noche, el carcelero los atendió y les lavó las heridas. Enseguida ellos lo bautizaron a él y a todos los de su casa.

Hechos 16