37. —He puesto a Jacob como tu amo —dijo Isaac a Esaú—, y he declarado que todos sus hermanos serán sus siervos. Le he garantizado abundancia de grano y de vino; ¿qué me queda para darte a ti, hijo mío?
38. —¿Pero acaso tienes una sola bendición? Oh padre mío, ¡bendíceme también a mí! —le rogó Esaú.Entonces Esaú perdió el control y se echó a llorar.
39. Finalmente su padre Isaac le dijo:«Tú vivirás lejos de las riquezas de la tierray lejos del rocío que desciende de los cielos.