9. Y ustedes, amos, traten a sus esclavos de la misma manera. No los amenacen; recuerden que ambos tienen el mismo Amo en el cielo, y él no tiene favoritos.
10. Una palabra final: sean fuertes en el Señor y en su gran poder.
11. Pónganse toda la armadura de Dios para poder mantenerse firmes contra todas las estrategias del diablo.
12. Pues no luchamos contra enemigos de carne y hueso, sino contra gobernadores malignos y autoridades del mundo invisible, contra fuerzas poderosas de este mundo tenebroso y contra espíritus malignos de los lugares celestiales.