10. »Cuando te acerques a una ciudad para atacarla, primero debes ofrecer condiciones de paz a sus habitantes.
11. Si aceptan las condiciones y te abren las puertas, entonces todos ellos quedarán obligados a servirte haciendo trabajos forzados,
12. pero si no quieren hacer la paz y se preparan para luchar, deberás atacar la ciudad.
13. Cuando el Señor tu Dios te entregue la ciudad, mata a filo de espada a todos los hombres de ese pueblo.
14. Sin embargo, podrás quedarte con todas las mujeres, los niños, los animales y el resto del botín de la ciudad. Podrás disfrutar de todo el botín de tus enemigos que el Señor tu Dios te entregue.